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PARTE II – El tren que no fue

¿Se imaginan lo que hubiera sido tener un tren que hiciera Comodoro Rivadavia – Trevelin, o Puerto Madryn – Trevelin? Pero es que ésto ya estaba proyectado y aprobado, pero la historia siguió por otro carril.

Aguado en su libro Aventuras sobre rieles patagónicos nos comenta que muchas personas creen que el proyecto del ferrocarril que uniría la mayor parte de la Patagonia fue ideado por Ramos Mejía, pero en realidad esto no fue así. El proyecto Ramos Mejía era similar al proyecto ideado por el perito Francisco P. Moreno. En mi lectura del libro encontré la transcripción textual de la propuesta de Moreno acerca del trazado original del ferrocarril “que adoptaría como cabecera sur al entonces inexistente pueblo de Comodoro Rivadavia (Tilly Road), …” y por otro lado “indica como punto más propicio para cabecera del ferrocarril al Valle 16 de Octubre, actual Trevelin…” pasando por lo que hoy es Sarmiento. En su proyecto Moreno pensó “que por el valle del río Mayo podría arrancar un ramal al lago Buenos Aires y a los valles del Aysen superior en Chile”, un tren transcontinental!!!

La propuesta de Moreno (1896) sería adoptada por un conocido de éste, el alemán Juan Plate, que formó junto con otros la sociedad Ferrocarril Sud Argentino. La empresa solicitó al gobierno Nacional una concesión para construir un ferrocarril de Puerto Tilly a Colonia Sarmiento con ramales a Colonia San Martín (éste ramal no prosperó, ni los secundarios a éste) y Lago Buenos Aires (actual Perito Moreno en Santa Cruz). Para ellos el ingeniero Arturo Shaw con otros realizó en el año 1903 el relevamiento de la zona y se agregaron al proyecto original otros ramales, como Colonia San Martín (actual Gobernador Costa en Chubut) a General Roca (Rio Negro) y desde allí a Chile; y desde Tilly otro ramal hasta Rio Gallegos, aunque este último tramo no fue aceptado por el Congreso de la Nación, que dejó en suspendo el tratamiento final de la solicitud del ferrocarril.

En el año 1906 el presidente José F. Alcorta y su ministro Dr. Ezequiel Ramos Mejía elevaron un proyecto de fomento de los territorios nacionales que en el caso de la Patagonia calcaba el proyecto de la empresa Ferro Carril Sud Argentino. Ramos Mejía amplió y re-proyectó esta idea con el fin de llegar a unir varios ramales, como el de San Antonio Oeste y el de Puerto Madryn con el de Comodoro Rivadavia, que llegarían hasta “Colonia 16 de Octubre”, para luego tener un ferrocarril transcontinental que llegaría hasta Valdivia en el país vecino de Chile. Los ramales serían: Puerto Madryn – Valle 16 de Octubre que se uniría con los otros ramales proyectados: Comodoro Rivadavia – Lago Buenos Aires y el de Puerto Deseado (Santa Cruz) – Nahuel Huapi (Bariloche-Rio Negro) que luego seguiría hacia el norte para unirse al ramal del tren que haría Viedma – Bariloche, a través del actual ferrocarril La Trochita que formaba parte de dicho proyecto. Esto nos da la pauta de que el ferrocarril La Trochita tendría que haberse extendido hasta Trevelin para empalmar con los otros ramales.

Esta idea fue parcialmente ejecutada y no llegó a concluirse en su totalidad ya que en cierta forma contrariaba los intereses de los capitales ingleses, sumado a la fuerte oposición del Congreso y la prensa que terminó en julio de 1913 con la renuncia de Ramos Mejía.

Con todo esto el ferrocarril Comodoro Rivadavia – Lago Buenos Aires quedó como Comodoro Rivadavia – Sarmiento, pues allí se detuvo la obra en el año 1914.

El tren había traído prosperidad, se habían armado pueblos con un área muy grande de influencia, pero el parque locomotriz era viejo, sufría desabastecimiento de repuestos y los camiones que llegaban iban  más rápido, por lo cual el servicio de tren fue empeorando.  Al cerrar el tren varios poblados desaparecieron y en el año 1977 ciento veinte operarios quedaron cesantes con edades entre 50 y 55 años. El ferrocarril había traído el progreso y ahora el progreso se lo devoraba, porque no fueron capaces de hacerlo productivo, siendo un bien tan necesario para la comunidad.

Por último el decreto presidencial del año 1992 impuso la clausura definitiva y el levantamiento de las vías y demás instalaciones ferroviarias, que fueron compradas por el gobierno de Santa Cruz para extender el ferrocarril Rio Turbio – Rio Gallegos. Durante los años 2005 al 2006 se levantaron rieles y durmientes, sin dar aviso a los pobladores que nada sabían sobre la compra de rieles, y que consideraban al mismo como patrimonio histórico de la región. Algunos tramos, junto con un puente de hierro son llevados a santa Cruz, pero el material, excepto el puente que esta en uso, no pudo ser utilizado debido a que los rieles estaban inservibles.

A la fecha solo algunos tramos y estaciones perduran gracias a particulares que no permitieron que fueran levantadas por encontrarse dentro de sus propiedades privadas y que hoy todavía conservan como patrimonio histórico de la región.

Aguado también nos comenta en su libro sobre el ferroclub que se conformó a finales del año 1999 por un grupo de jóvenes, con el propósito de preservar y restaurar lo que quedaba del tren, sus estaciones y depósitos con el fin de formar un museo y armar un tramo del tren como paseo turístico, lamentablemente ese proyecto se topó con la negativa de la municipalidad de Comodoro Rivadavia. Recomendamos a los que quieran conocer más sobre lo que pasó con el ferroclub y sobre los últimos saqueos al patrimonio del ferrocarril, la lectura del libro de Alejandro Aguado, 2da edición ampliada.

http://aguadolibrospatagonia.blogspot.com/2010/02/libro-aventuras-sobre-rieles.html

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